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En los últimos años he visto una transformación del diseño de interiores que me emociona y me inspira. Como sociedad nos vamos alejando de “lo que se usa” y nos acercamos a lo que habla de mi, lo que me representa y también a mi sombra, eso que detecto en mí, pero que no me he atrevido a ser.
Nos dirigimos hacia una transición importante, el diseño en busca de carácter. En un mundo saturado de imágenes y referencias, lo verdaderamente valioso es lo que refleja
una visión única, una historia propia.
Esta tendencia apuesta por la autenticidad y la creatividad como herramientas para destacar. Se trata de integrar piezas que rompen con lo esperado, que provocan emoción, que se vuelven memorables.
En Amates apostamos por el equilibrio, los colores neutros y lograr espacios acogedores pero también nos encanta que los espacios nos sorprendan y saquen ese yo divertido, culto, alegre, misterioso, dramático o emotivo que todos llevamos dentro.
Proponer ese “algo” que hace que un proyecto no se parezca a ningún otro. Puede ser una obra de arte, un objeto rescatado, una combinación de materiales inesperada. Lo importante es que cada elección tenga intención y refleje la esencia de quien habita el lugar.
Te invito a que observes bien tus espacios y que trabajemos en ellos.
