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Quiero platicarte que estoy desde hace un año en un Club del Libro con mis amigas de la Ciudad de México, cada mes leemos un libro y al finalizarlo, nos reunimos en videoconferencia para comentarlo. Esto me ha impulsado a leer mucho más de lo que lo hacía y me ha permitido descubrir muchas historias que realmente me han fascinado.
Y como pasa muchas veces, cuando termino un buen libro me quedo enganchada a la historia, queriendo saber más, investigando sobre el autor, y con una nostalgia por cada uno de los personajes, porque durante varias semanas estos se convierten en parte mi vida, me transporto a diferentes ciudades del mundo, de alguna manera sus situaciones se convierten en lecciones de vida, y más de alguna vez me siento identificada con algún personaje o por lo menos con alguno de sus rasgos.
Y bueno, acabo de terminar de leer este último libro que me atrapó de principio a fin, se llama Los astronautas, de Laura Ferrero. Todo parte de una fotografía: la autora aparece junto a su mamá y su papá, cuando era muy pequeña. Esa imagen la hace darse cuenta de que, en algún momento, tuvo a sus padres juntos, aunque se separaron poco después. A partir de este descubrimiento Laura se da a la tarea de investigar sus orígenes, su infancia, y sus personajes; dividida entre dos familias reconstruidas, principalmente con su madre, su padrastro y su medio hermano, donde no encuentra su lugar en el sofá que se reúnen a ver tv, refugiándose en su recámara, sin entender cuál es su lugar en el mundo.
Su búsqueda se centra en saber dónde estaba su padre, por qué las dejó, por qué no pueden encontrarse en el plano emocional. Sus encuentros se limitan a lo práctico: recogerla del colegio, festejar su cumpleaños, algunas comidas con los tíos y poco más.
Esta puede ser la historia de cualquier niña perdida entre padres a su vez perdidos en sus propios pasados no resueltos. Padres que aman dentro de sus posibilidades, como todos nosotros, con sus heridas, creencias, miedos, pérdidas, algunas superadas y muchas otras no.
Los astronautas es una reflexión sobre las heridas de la autora, pero que pueden ser las de cualquier hijo o hija. Sobre el abandono emocional que todos sufrimos a distintos niveles, mientras nuestros padres libran sus propias batallas.
A sus compañeros de la escuela les inventa que su papá no vive con ella porque es astronauta y está en la NASA, una explicación ingeniosa que justifica su ausencia y, de paso, vuelve su historia más interesante.
Las metáforas espaciales que usa para hablar de su infancia son una delicia. Es una historia sobre la familia, sobre cómo se va formando nuestro álbum personal a partir de las ausencias, los silencios, las huellas. Sobre preguntas sin respuesta. Y, sobre todo, sobre la posibilidad de reconciliarnos con nuestra historia.
Sin duda, se va directo a mi lista de favoritos.
