Los objetos que me han acompañado en los últimos meses

A veces pensamos que “diseño” es transformar tu casa, cambiar los muebles o comprar accesorios nuevos. Pero nada más lejos de la verdad. El diseño también está en esos objetos simples que nos acompañan día a día, que nos sirven en nuestras rutinas, y que nos hacen la vida más fácil. Esos que cumplen su función con discreción.

Es decir, el diseño está en nuestra vida desde que nos despertamos. ¿Te has puesto a pensar cuáles son esos objetos?

Te comparto algunos de los que me han acompañado en los últimos meses, y a los que les tengo un afecto especial:

La taza con la que tomo té todos los días. Me la regaló una querida amiga. Es transparente, de doble fondo, ideal porque no se calienta por fuera. Parece frágil, pero ha resultado ser bastante resistente. Además, es súper bonita.

Mi libreta Moleskine, donde escribo preocupaciones, reflexiones y todo lo que no quiero olvidar. Es de tapa dura, color verde, tamaño media carta. En la última página dice: “Un cuaderno Moleskine es un libro esperando ser escrito”. El mío ya casi lo es.

Ese cuchillo que hay en todas las casas, el que corta perfecto. No es el más bonito, pero nunca falla.

Y el sillón de mi recámara: donde tejo, leo, medito o hablo por teléfono. Un rincón que es mi lugar especial.

No son lujos ni tendencias. Son parte de nuestro día a día. Alguien los diseñó para que nosotros los disfrutáramos.

Y entonces pienso: tal vez el diseño más importante es ese que no se nota. El que simplemente hace bien su trabajo y se vuelve parte de tu historia sin hacer ruido.

¿Cuáles objetos te han acompañado sin que te des cuenta? Hacer este ejercicio nos hace reflexionar en cómo nos relacionamos con el diseño, aunque sea de forma inconsciente.